domingo, 11 de noviembre de 2018

Ojos de Jade(Parte 2)


Al día siguiente Rubén va a las afueras de la ciudad. Trata de buscar lo que sería en ese entonces el bosque que recorre para su casa. Vislumbra a lo lejos un aposento extraño, una casa circular de piedra. Se acerca intrigado para saber de qué se trata. Antes de que Rubén pudiera siquiera entrar en el terreno, sale un anciano emplumado con el torso desnudo.
-Te esperaba con ansias, Rubéntl-
Rubén siente un miedo indescriptible. Se queda quieto, sin poder mover ningún músculo.
-No, yo…-
-eres Rubéntl- dice con seguridad el anciano.
- Te he esperado desde hace mucho-suspira y toma su caracola de color miel y comienza a soplarla.
Desde los alrededores llegan unos hombres tribales con unas cabezas cortadas ensartadas en la punta de una lanza. Rubén mira con atención las caras con su expresión de horror ensangrentando las manos de los portadores y el suelo.
Entre muchos hombres toman a Rubén y lo ingresan en la guarida.
-Rubléntl, bienvenido al temazcalli- dijo el anciano
Están el anciano y Rubén dentro  del temazcal. Al centro unas piedras calientes de color rojo vivo están humeantes. El anciano separa unas cenizas calientes debajo de las piedras con una rama y las deposita en una copalera de arcilla oscura. En la copalera el anciano deposita misteriosas hierbas y resinas que se queman, estas hacen un ruido estridente y emana de ellas un aroma fuerte.
Rubéntl, escucha estas palabras que te diré- dice el anciano- No las olvides-.
-“Los códices dicen
Que la gloria pasará
el pueblo azteca perecerá
a manos de un hombre blanco como la luna.
Los sobrevivientes se mezclarán y serán esclavos.
Pasarán muchos años
La flor y canto de todos los pueblos morirá
Hambruna y calor quemarán la tierra
Movimientos de tierras gigantes habrá
El fin vendrá”-
Dice al anciano respirando. Toma un sorbo de un una cerámica con líquido oscuro. Continúa:
-“El que nace esas mañanas
Sea rey o mendigo
será amante del canto, de las risas y el arte
El que sigue los designios, merece bienestar y felicidad
Vive contento, respira dicha
Con humildad se hace digno de ello
Pero el que no sigue sus habilidades…-
Rubén recuerda el humo envolvente. Aún siente el aroma del copal incinerado y del temazcal.
Busca con su visión sacerdote para de súbito encontrarse con horror, rígido. ¿Qué me pasa? piensa. Se siente frío y pesado, vacío por dentro, sin emociones, sin vida. Observa sus manos, son dos latas que emulan manos humanas.
Corre -haciendo sonar sus articulaciones sin lubricar- hacia un reflejo. Lo mira y ve a un robot.
A través de los cristales de sus ojos, los datos fallan. Su sistema intergaláctico se ha alterado.
Teniendo la visión repleta de números descontrolados mira hacia afuera del pasillo que lo alberga. Por la ventana ve un escenario increíble.  El cielo está completamente teñido de tonalidades grisáceas que cubren en su totalidad las escasas luminosidades de las 5 estrellas fugaces que circundan el planeta. Desde las nubes negras cae hasta el cielo una nieve manchada, que en realidad es ceniza escarchada.
Rubén camina por el pasillo. Trata de apurar el paso, pero su cuerpo lento de robot se lo impide. En las paredes translúcidas, un líquido plasmático muestra un almanaque digital de los últimos acontecimientos históricos. Rubén ve solo cronología de robot, sin rastro de humanos. Un letrero rojo llama su atención que dice: Forbiden Art, culture and imagination.
-¡AÑO 102-ROBOT!- grita una pared.
Estando afuera el robot camina lentamente.
-BITÁCORA AÑO 102 ROBOT, ESTACIÓN INVIERNO- suena su cuerpo una voz de desconocida localización.
-INFORMACIÓN VITAL: ionosfera 102 grados kelvin, atmósfera -205 grados, 2 cataclismos en curso, 3 minutos para el tercero.
-¡SISTEMA DE SEGURIDAD ACTIVADO!¡SISTEMA CATACLISMO ACTIVADO!-
-Qué- suena su voz metálica y lenta
-Solicito información del tercer cataclismo-insiste.
-Verificando datos –dice el sistema- 2 minutos 30 segundos contando, cataclismo 20° Richter-.
No puede ser piensa .
-IMPOSIBLE- dice Rubén lentamente.
-POSIBLE- dice el sistema- 1 minuto 50 segundos-.
Rubén extiende su dedo en la tierra seca y resquebrajada. Encuentra tierra más arcillosa a su derecha. Se inclina más allá y dibuja encima del polvillo.
Quizás así resulte, piensa Rubén.
Sus dedos vertiginosamente de ambas manos dibujan sobre el polvo un cuadro de Rubén en forma humana paseando por las calles de México.
-CATACLISMO EN CURSO-
El suelo se desnivela gradual y rápidamente. Una onda expansiva destruye la primera capa de la coraza del robot.
Rubén no se detiene. Su organismo metálico se desintegra por los bruscos movimientos telúricos. Se aferra al suelo con un ancla terrestre de 50 metros que su sistema abre de una escotilla.
-¡15 GRADOS RICHTER! ¡15 GRADOS RICHTER!-suena el sistema-¡30 segundos!-.
En el horizonte la planicie se levanta unos 6 kilómetros. Arrasa lo que esté a su paso y alrededor.
El joven abre los ojos y está caminando en dirección al bosque. En la entrada hay una esfinge de piedra. Le resulta conocida. Una estatua de un águila. Se acerca a tocarla. Sus dedos rozan la áspera y porosa superficie. Nota las incrustaciones de verde que tiene en sus ojos.
A su mente viene una frase, como un golpe de rayo. La voz de un hombre mayor diciéndole:
-“Pero el que no sigue sus habilidades de la flor y canto
Si no las ejerce
Ignora su destino, como decimos
Aunque sea hijo de comerciante, rey
Sabio, esclavo, mujer
Desperdicia los designios
Y se vuelve engreído
Pierde la vida y su corazón. “
Siente el florecimiento de los capullos alrededor suyo, eclosionando semillas de nueva vida en una primavera palpitante. Un tumulto de flores naranjas amarillentas se agolpan delimitando el sendero, dándole la bienvenida. Camina embriagado por el polen que lo guía el viento . La bifurcación aparece. Rubén se queda parado en la mitad de los 2 senderos.
-Ahora recuerdo… jamás he elegido otra opción- musita Rubén.

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